EL EMPRENDEDOR ANTE EL EXITO

 

 

 

ÉXITO

     - ¿Cómo debe crecer un negocio?

     El crecimiento de tu negocio no debe ser ni lento ni rápido.

     Comprendo que puedas pensar:

     -¡¡Vaya respuesta!! Es verdad, pero lo cierto es que a esa pregunta sólo puedes responder tú, porque depende de muchos factores y situaciones. De si deseas tener una vida familiar satisfactoria. De si estás dispuesto a aceptar los problemas que un negocio grande conlleva (más empleados, más riesgo financiero...). De si estás dispuesto a asociarte con otras personas. De si quieres permanecer como un pequeño empresario que vive y siente su negocio o ser un directivo sin contacto directo con los empleados y la cotidianeidad de la empresa. Y un largo etcétera al que sólo tú puedes responder. Es posible que logres crear de la nada una gran empresa pero, al final de tu vida tendrás que preguntarte a qué coste lo has conseguido y si ha merecido la pena renunciar a lo que perdiste.

     En definitiva, la dimensión del negocio debes decidirla tú.

     Pero no pensemos en lo que puede ocurrir a tan largo plazo, volvamos a nuestros inicios.
Si transcurrido un tiempo las cosas te van bien y el negocio evoluciona favorablemente, ganas dinero y todo te sonríe, suele ocurrir lo que se llama La Borrachera del Éxito: creemos que ya está todo conseguido, que siempre va a ser así y que ya no hay que hacer nada. Sólo seguir como hasta ahora. Craso error. Pues como te decía, la economía y los negocios son entes vivos que están con constante mutación.

     Llegados a este punto puede ocurrir que empecemos a gastar en asuntos personales (coches, pisos, chalets, fincas, fiestas, etc.) lo que no es tuyo. ES DINERO DEL NEGOCIO. NO ES TUYO. Tú te asignas un sueldo y de él debes vivir. Tus caprichos te los pagas tú, pero nunca el negocio. ¿Y sabes por qué? Pues es bien sencillo. Porque cuando el negocio no genere tanto dinero como ahora, te lo pedirá. Cuando tengas que ampliar instalaciones o vengan tiempos de vacas flacas el negocio te dirá:

     - Yo generé dinero en su momento. ¿Donde está? Ahora lo necesito.

     Intenta responderle entonces y dile dónde está el dinero que ahora necesita. Dile que en coches de alta gama, en juergas, en el apartamento de la playa, en viajes, en...

     Y su respuesta será:
     - Pues ve a buscarlo si quieres que siga funcionando.

     También se suele producir el efecto hedonismo:

     - Soy maravilloso. De esto sólo sé yo. Soy el mejor... Y crees que no necesitas seguir mejorando tu tecnología, tu constante aprendizaje. Piensas que ya está todo hecho. No controlas a tu competencia, siempre viva, ni la evolución que va teniendo tu sector, lo que te llevará más bien pronto que tarde a una evolución negativa, a una disminución de tus ventas y, por consiguiente, a un estrés emocional pues no llegas a comprender qué es lo que ha ocurrido para haber pasado de generar unos beneficios fabulosos a entrar en pérdidas.

     Pues lo que ha pasado es simple: te has emborrachado de éxito. Sé prudente y maneja con cautela el éxito y recuerda a los antiguos emperadores romanos, que cuando regresaban a Roma después de una exitosa campaña bélica y eran vitoreados por la plebe arrojando a su paso rosas y ensalzando su nombre, solían llevar detrás de la cuadriga un esclavo que les repetía a cada instante: «Recuerda que la fama es efímera».

     De esa manera intentaban no embriagarse y perder la noción de la realidad. Pues lo mismo te digo: recuerda que el éxito en el negocio puede ser efímero, no pierdas el control de la realidad y sigue trabajando como lo has venido haciendo hasta ahora, y sobre todo que tu objetivo es elevar tu negocio a lo más alto posible, es decir, que lo que empezó siendo un simple negocio se eleve al rango de empresa.

     Y, amigo mío, si logras eso, chapeau por ti. Enhorabuena. Pero ahora vas a empezar a jugar en primera división y eso es harina de otro costal.

     La experiencia, el bagaje que has conseguido, te han de servir para afrontar los nuevos retos que se abren ante ti: ¿sigues solo o te fusionas? ¿Aceptas la oferta de compra de ...? ¿Estas preparado para competir en ese otro nivel? A este nivel tus competidores no son boquerones como tú. Ahora tienes que compartir el agua con tiburones.
Podríamos abrir las variantes que estas preguntas ofrecen y desarrollarlas, pero no es tema de este libro, que tan sólo pretende llegar a los que inician su actividad empresarial.

     Pero si te das cuenta toda tu vida profesional se desarrollará en un cúmulo constante de preguntas. De constantes retos.

     Ánimo. Sé tenaz y persistente y también lograrás tener éxito en esta nueva andadura.

 

 

 

Escribir un comentario

Código de seguridad
Refescar